La sequía golpea a Cochabamba donde 40 de 47 municipios están sin agua

A causa de los efectos climatológicos, el departamento de Cochabamba afronta una escasez de agua potable y una sequía de los principales lagos y represas que dotan del líquido elemento a todos los municipios.

Varias familias de los municipios afectados tuvieron que salir con pancartas y baldes vacíos para exigir a las autoridades departamentales y nacionales la ayuda correspondiente para dotarles de agua para su alimentación.

Las reservas de agua para el consumo humano cada vez son pocas en el departamento de Cochabamba. Las esperadas lluvias nunca llegaron y esta situación genera incertidumbre en la población. Según los datos oficiales, al menos 40 de 47 municipios sufren la falta de agua.

“Algunos casos con mayor incidencia y algunos todavía medianamente con incidencia, el que cómo sostener con este líquido elemental, no es fácil”, declaró el gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez.

El municipio de Sacaba es uno de los más golpeados por la falta de agua. Las lagunas y pozos están sin agua por falta de lluvias y se estima que el abastecimiento alcance solamente para unos tres meses más.

Más de 8.500 familias están en riesgo, pero podrían llegar hasta 35.000, la cifra total de hogares afectados.

En la capital de Cochabamba, Cercado, la situación podría agravarse, pues las reservas de agua para consumo humano en lagunas como Huara Huara, tienen menos del 20% de su capacidad.

La laguna Huara Huara, en la cordillera del Tunari de Cochabamba, ahora se está secando. La falta de lluvias y los efectos climáticos afectaron el embalse que en su momento superaba los nueve metros.

“De agua muchos sufrimos, el aguatero no quieren subir el precio. A veces de 7 (bolivianos) cobran, a veces de 10 pesos se quieren cobrar”, contó una vecina.

En las regiones de Pasorapa, Omereque, Pojo o Pocona, no tienen agua para consumir y mucho menos para regar sus cultivos.

Todo apunta que la única esperanza para Cochabamba, o al menos para parte, es el proyecto Misicuni que puede duplicar la capacidad de abastecimiento del líquido elemento. “Cochabamba puede estar tranquilo por 50 años”, señala Oscar Zelada, presidente de Misicuni.

Sin embargo, pese a ello actualmente la falta de lluvias preocupa. A esto se suma el crecimiento que según el ambientalista Pablo Rojas, es desordenada. “Tenemos que prepararnos para racionar el agua”, dijo.

(Fuente: Unitel)