Politólogos ven a Evo debilitado, sin poder ni control; creen que “arcistas” van por el MAS
Escrito por Boris Bueno Camacho el 22 de junio de 2023
Un debilitado Evo Morales, sin poder ni control de las organizaciones sociales ni del Movimiento al Socialismo, en un escenario de inminente fractura política, es la percepción que tienen los politólogos Franklin Pareja y Jimena Costa.
La expulsión del vicepresidente del MAS, Gerardo García, de la Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia, es “un golpe muy duro” para el expresidente y líder del partido gobernante Evo Morales porque es uno de sus lugartenientes más importantes, explica Costa a la ANF.
Este hecho marca un nuevo momento político para el Movimiento al Socialismo e Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) porque el mensaje del bloque “arcista” es que van por la sigla del MAS y no solo por un cargo, “van por el partido”, asegura.
“La disputa es real. No es cuestión principista, sino de intereses. Detrás del poder hay intereses, el interés es la candidatura”, insiste para quienes creen que las pugnas internas en el partido gobernante no son reales, sino aparentes.
Criterio con el que comparte Costa, porque la facción “arcista” o gubernamental tiene el objetivo de debilitar al exmandatario, quitarle el poder. –“Queremos el poder, no te vamos a devolver. Queremos el cargo del Presidente”-, esta es su postura y lo tienen claro, argumenta.
Es la primera vez desde que el MAS ha llegado al poder, que atraviesa por uno de sus momentos más críticos en términos orgánicos. Durante 14 años, Morales controló todos los espacios, el Ejecutivo, el Legislativo, era jefe del MAS, presidente de las Seis Federaciones y articulaba al Pacto de Unidad.
Su renuncia en 2019 marcó un antes y un después, su exilio en medio de la crisis política abrió una brecha de cuestionamientos a él y a su entorno, que dejó el país sin conducción política, mientras que sus organizaciones afines y los militantes quedaron “huérfanos”.
Estas visiones no se avivaron sino hasta un año después del retorno del MAS al Gobierno, bajo la conducción de Arce y Choquehuanca; mientras que Morales quedó como el presidente del partido y se afincó en su bastión el Chapare cochabambino.
Las presiones para cambiar a los ministros de Justicia, Iván Lima y de Gobierno, Eduardo Del Castillo, las denuncias de corrupción, de protección al narcotráfico, sus críticas sobre la economía, entre otros ha distanciado al jefe de Estado de Morales y del MAS.
“Ellos siguen diciendo que son del MAS, pero actúan de otra manera, ya han intentado y están intentando hacer su propia estructura política y eso es una alta traición dentro del MAS-IPSP, no se debería permitir nunca, estando en el Gobierno gracias al instrumento político, a estas banderas azules, gracias a eso ha entrado de Presidente no ha entrado por otro color”, dijo García.
El Gobierno que no suele responder a los dichos de Morales o del bloque evista, pero esta vez salió a través de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, para advertir que se estaría perfilando un plan para expulsar a los mandatarios del MAS,
Para Franklin Pareja, “el querer expulsar a Arce es una torpeza, lo que muestra es que Evo no quiere competir, ha perdido control del partido, ha perdido control de las organizaciones”.
“Está tremendamente debilitado y arrinconado. Está solo en la zona del Chapare, ya no tiene El Alto, ya no tiene otras regiones, solo tiene el trópico cochabambino. Es un doble acoso, quitarle poder y quitarle territorio”, explica Costa a propósito de Evo Morales.
Los denominados “renovadores” o “arcistas” con la expulsión de García de la Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia también buscan sacarlo de la vicepresidencia del MAS, y apuntan a la renovación total de la dirección nacional del partido gobernante, incluido Morales.
Ni el escenario político ni el económico es favorable al gobierno de Arce y Choquehuanca como lo fue en los 14 años de gestión de Morales, cuando tenía dos tercios en el Legislativo, a casi todas organizaciones de su lado, y tenía una bonanza económica que le permitió gobernar sin sobresaltos.
Pareja detalla que Arce todavía tiene media gestión con la mayor fragilidad económica, con un país muy polarizado, un gobierno muy lastrado de corrupción, un escenario que no es favorable. “Si sigue trastabillando Evo Morales se lo va a devorar. Mientras menos poderoso es más peligroso”, advierte.
Hubo un tiempo en el que Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca caminaron juntos, la primera década del gobierno del MAS, luego Choquehuanca fue retirado como canciller y enviado al ALBA; mientras que Arce estuvo casi 13 años al mando de la economía, se le atribuye el modelo económico social comunitario.
El 2020, Morales definió que Arce sea su sucesor en la candidatura presidencial, dejando a un lado la propuesta de la mayoría de las organizaciones sociales que apostaban por Choquehuanca, hecho que habría “herido sensibilidades”, que posteriormente el segundo hombre del Estado, durante la campaña, deslizó que las exautoridades no serían parte del gobierno de Arce.
(Fuente: ANF)
