La Paz, El Alto, Oruro, Sucre y Cochabamba: el paso de 4 jesuitas acusados de abuso
Escrito por Boris Bueno Camacho el 9 de mayo de 2023
Los sacerdotes Luis Tó, Antonio Gausset, Alfonso Pedrajas y Luis María Roma llegaron de España a Bolivia y abusaron de niños, adolescentes y novicios.
El Alto, La Paz, Cochabamba, Sucre y Oruro fueron las ciudades en las que estuvieron los sacerdotes Luis Tó, Antonio Gausset Capdevila, más conocido como “Tuco”, Luis María Roma Padrosa y el propio padre Alfonso Pedrajas “Pica”, los cuatro jesuitas acusados de abuso y violación en Bolivia murieron.
Luis Tó
Luis Tó, el sacerdote oriundo de España llegó a Bolivia en 1994, tras ser sentenciado a dos años de prisión por el abuso de una niña de ocho años, cuando tenía 57 y era director del Colegio San Ignacio de Barcelona. Al tener una pena mínima y no contar con antecedentes, lo dejaron libre y llegó al país a cumplir su condena.
Arribó a la ciudad de El Alto y permaneció muchos años en esa urbe, luego se trasladó al municipio de La Paz. Trabajó en el Centro de Multiservicios Educativos (Cemse), una obra social de la Compañía de Jesús al servicio de la educación fiscal y también brindó su servicio en las escuelas populares Fe y Alegría.
Según un comunicado de Curia Provincial de la Compañía de Jesús en 2018, Tó sólo realizó tareas administrativas y no de acompañamiento a niños. Aunque también reconoció que las autoridades de la Iglesia tenían conocimiento de su sentencia y le hicieron “acompañamiento psiquiátrico y psicoterapéutico”.
Debido a “sus problemas cardiacos y pulmonares”, se trasladó a Cochabamba, donde ayudó a la Parroquia de la Compañía y en la casa de los Padres Jesuitas de la Esperanza, donde falleció en 2017.
El nombre de Tó salió nuevamente a la luz en las últimas horas, debido a que el exjesuita Pedro Lima lo recordó -en una entrevista con el diario español El País- como uno de los sacerdotes que cometió esos vejámenes contra niños, adolescentes y novicios junto a Pica y Gausset. Lima, tras denunciar estos hechos, fue expulsado de la orden.
Antonio Gausset
Gausset también es de origen español. Llegó a Bolivia en los años 70 y permaneció en Sucre por más de 30 años, donde incluso fue capellán de la Corte Suprema de Justicia de Bolivia. Debido a ello, incluso se creó una centro de educación alternativa (CEA) que lleva el nombre de Gausset
Después, su salud se deterioró por lo que fue llevado a la casa de los Padres Jesuitas Esperanza de Cochabamba, donde falleció a los 70 años.
Lima contó que fueron las denuncias que presentó contra el jesuita catalán que lo llevaron a su expulsión. Relató que presenció esos abusos a finales de los 90 en Sucre, cuando él era docente de la orden.
De acuerdo con Lima, Gausset tenía una enfermedad degenerativa que le impedía caminar. ‘Por eso, otro jesuita catalán le conseguía niños indígenas y de familias vulnerables para que le ayudasen. Y de estos niños él abusaba. Yo vivía con ellos en la misma comunidad’, relató Lima al diario español”.
Alfonso Pedrajas
Alfonso Pedrajas, más conocido como Pica, confesó sus crímenes en un diario de 383 páginas que escribió y aunque no fue muy explícito, sus memorias hablan por sí solas, por eso su sobrino Fernando -cuando leyó esos documentos- no dudó en denunciarlo. El diario español El País reveló el contenido de ese diario el domingo 30 de abril con todos los detalles y la Compañía de Jesús reconoció que el caso era cierto y que había llegado dos denuncias contra el sacerdote español.
Pica llegó a Bolivia en 1961, cuando se convirtió en misionero de la Compañía de Jesús. Arribó a La Paz donde trabajó en los colegios San Calixto, Ayacucho y el correccional de menores.
Luego, por los 70’ se fue a Cochabamba y fue nombrado subdirector del colegio Juan XXIII de Villa Granado. Es en ese tiempo, cuando cometió los abusos a decenas de niños del internado.
Después se fue a Oruro, a trabajar a la mina, luego al seminario donde formó a los novicios, pero también abusó de algunos. Retornó al Colegio Juan XXIII de Cochabamba, donde continuaba colectando víctimas. Falleció por cáncer en La Paz, en 2009.
Luis María Roma Padrosa
El cuarto jesuita denunciado por abuso sexual es el español Luis María Roma Padrosa quien fue acusado de realizar toques impúdicos contra niños de entre siete y 12 años del oriente boliviano, aunque no se conoce cuántas víctimas tuvo, pese a que el entonces provincial Oswaldo Chirveches prometió investigar el caso.
El caso fue revelado por la agencia EFE y fue investigado internamente por la Compañía de Jesús, que estableció la verosimilitud de la denuncia, pero no hizo una denuncia penal.
La acusación se basó en una colección de fotos que se registraron en 2002, en las que se ve al sacerdote haciendo toques impúdicos a niños de entre siete y 12 años. El entonces provincial, Osvaldo Chirveches, indicó que aceleraría la investigación del caso, pero hasta la fecha no se conoce cuántas víctimas hubo ni el curso legal que tomó el caso.
El sacerdote Roma falleció en agosto de 2019, es decir siete meses después de la denuncia y luego de tres años, se conoció la verosimilitud de los hechos, por lo que la Iglesia pidió perdón.
(Fuente: Página Siete)
