Funcionarios denuncian que Epsas desvía agua para burlar pruebas de toxicidad
Escrito por Boris Bueno Camacho el 21 de junio de 2023
Tradicionalmente, el agua para La Paz se obtiene de la represa Milluni y el río Choqueyapu, debido al grado de contaminación de las mismas, se usaron más químicos. Para disminuir estos niveles, por el momento, se usa las reservas del Tuni Condoriri.
Funcionarios de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) denuncian el supuesto desvío de agua de las fuentes que alimentan cotidianamente a sectores de La Paz, esto, con el fin de burlar los controles de calidad que se anunció que realizará la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), después de los cuestionamientos de vecinos que presentaron alergias y problemas respiratorios por la toxicidad que tiene el líquido elemento.
“Para proveer de agua a población de La Paz, Epsas toma el líquido del embalse de Milluni (que tiene problemas de contaminación minera) y del río Choqueyapu (que tiene residuos biológicos). Esa agua es procesada para el consumo humano en la planta de tratamiento que está en la Autopista La Paz – El Alto, pero debido a varias irregularidades en su administración y el alto grado de contaminación que tienen esas fuentes, comenzaron a utilizar más cloro, esto, como lo sabemos, provocó alergias y problemas respiratorios a los vecinos de Sopocachi”, explicó la misma fuente, que señaló que son varios funcionarios que deben acatar órdenes, pero cuestionan que se ponga en riesgo la salud de la población paceña.
Epsas
Gutiérrez pidió tratar el tema en una posterior entrevista y así brindar una explicación más concreta sobre el manejo del agua. También se mencionó que Epsas tendría ya listos los informes preliminares sobre la calidad del agua, en una gestión en la que al parecer no se tomó en cuenta a la UMSA.
Fotos enviadas a este medio, revelan que desde hace dos semanas Epsas redujo el uso del agua del río Choqueyapu.
Desvío cuestionado
El funcionario señaló que trabaja en el área más de 20 años y conoce a detalle el manejo de las represas y la distribución de agua a La Paz. Debido a los graves casos de corrupción que pusieron en riesgo el servicio de suministro de agua, en la gestión de Bladimir Iraizos al frente de Epsas, se comenzaron a dar una serie de “medidas para disimular” la mala calidad del agua. Sin embargo, los efectos no se pudieron ocultar.
Niegan la contaminación
A raíz de las denuncias de vecinos de diferentes zonas, sobre las alergias y problemas respiratorios que ha generado el uso del agua al momento de ducharse, presuntamente por los altos niveles de cloro, el 1 de junio, el nuevo interventor de Epsas y la directora de la Autoridad de Fiscalización de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), Karina Ordoñez, presentaron informes para asegurar que “el agua en La Paz no está contaminada” y que las diferentes afecciones que sufren los usuarios no se deben a la calidad del líquido elemento.
Pero, debido a que los reclamos continuaron, el 9 de junio, el interventor de Epsas firmó un acuerdo para que la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) realice un monitoreo en las plantas de tratamiento, sus cercanías y grifos de diferentes barrios. El trabajo incluye la toma de muestras en 40 puntos de diferentes lugares de la ciudad, para evaluar “parámetros físico químicos, como la temperatura y pH (potencial de hidrógeno), además de estudios sobre presencia de calcio, cloro y metales pesados”.
Supuesto desvío
“Es para evitar ese control, para que no se detecten los altos niveles de cloro en el agua que han comenzado a usar agua del embalse del Tuni Condoriri, que es de donde se suministra el servicio a El Alto. Es decir que también le están quintando las reservas de agua a esa ciudad. Lo hacen por medio del trasvase de agua a la planta Fore Bay, desde donde, por medio de una tubería que antes era usada por la empresa de electricidad, se la llevan a la planta de tratamiento de la Autopista”, señaló el funcionario de Epsas.
La fuente señala que ante de la falta de agua limpia de otras represas, Epsas comenzó a incrementar el uso del agua del Choqueyapu, pero debido a su alta contaminación demora en su tratamiento, para acelerar ese proceso, se incrementó el uso del cloro y finalmente esto provocó reacciones en la piel y el sistema respiratorio de los usuarios. Aún no se ha mencionado las posibles consecuencias del uso prologado de esta agua.
(Fuente: Página Siete)