Experta recomienda enseñar a los niños sobre caricias ‘buenas’ y ‘malas’ con el semáforo corporal

Los hechos de acoso, bullying y abuso sexual infantil en centros educativos que se han conocido en los últimos días han puesto en alerta a la población. La psicóloga María Inés Guardia, experta en Educación Sexual Integral (ESI), pide abordar estos temas “con pinzas“, pero que es imprescindible apostar por la prevención, a través de una serie de herramientas que otorga la Psicología.

La Educación Sexual Integral (ESI) es esencial para prevenir el abuso sexual infantil. Los diversos contenidos que involucra a la ESI muestra cuáles son las caricias ‘buenas’ y ‘malas’, cuándo guardar secretos, etc., y lo más importante, cuándo decir un rotundo “no”.

Como parte de esta ESI, Guardia plantea una que se utiliza en Psicología y se conoce como semáforo corporal. Permite identificar las diversas partes del cuerpo y marcar los límites.

El amarillo abarca partes del cuerpo que, dependiendo del lugar o la ropa que se utilice, pueden verse a simple vista. “Las personas cercanas pueden acercarse a tocar al menor, pero ojo, no todo el tiempo, como por ejemplo pasa con las piernas”, aclaró la experta.

El color verde tiene que ver con partes del cuerpo que cualquier persona puede ver a simple vista y, si el menor siente comodidad y confianza, puede permitir que alguien lo toque en la convivencia cotidiana, pero sólo bajo el consentimiento del niño o niña. Acá entran la cabeza, manos y brazos.

Su recomendación propone incluir estos contenidos desde la primera infancia, “ya que lamentablemente los casos de abuso sexual infantil inician en esta etapa”.

Según Guardia, los profesionales en el área saben abordar estos temas con un lenguaje preciso. También cuentan con recursos pedagógicos dinámicos, canciones y cuentos, sobre todo con la información necesaria según la edad del menor.

También pidió a los padres o tutores hablar sin miedo o vergüenza sobre las partes del cuerpo. Usar los nombres propios de las partes del cuerpo “sin eufemismos, nada de galletita ni pilula, para las niñas vulva – vagina, y para los varones, pene-testículos”, afirma.

“Cuando un niño se sienta en confianza para nombrar las partes de su cuerpo, también tendrá la confianza para contar si le ha sucedido algo inapropiado. Si los padres no se sienten preparados para hablar de temas de ESI con sus hijos, por favor busquen ayuda profesional para que sean orientados”, recalcó.

Las personas entienden una caricia como una muestra de amor y cariño entre quienes siente aprecio mutuo. Sin embargo, es muy importante que no se “normalice” la palabra a la hora de hablar de educación sexual y prevención, ya que debe dejarse claro que existen diferencias entre revisar, tocar y acariciar, explica.

“Por ejemplo, un doctor nos toca, nos revisa para ver nuestro estado de salud, pero no acaricia nuestras partes íntimas. Hay muchos infantes que no cuentan cosas raras a sus progenitores o personas de confianza porque creen que estas “caricias” son normales”, indicó.

“Las caricias que incomodan y las caricias que hacen sentir bien, los niños deben identificarlas. Hay que enseñar a los niños que nadie debe acariciar sus partes íntimas. También hay que recalcarles que nadie puede sacarles fotografías o filmarlos si están desnudos o tomando el baño, que tampoco deben tocar las partes íntimas de otras personas, aunque estas lo pidan”, explicó.

Secretos

María Inés Guardia también habló de los secretos, usados por los agresores, dijo que los niños no deben guardar secreto si se trata de una situación que los incomode, instarlos a que no tengan miedo de contar lo sucedido, y a darles certeza de que todos estarán a salvo.

“En resumen, son dos sencillas explicaciones. Las caricias ‘malas’, o no permitidas, siempre hacen sentir incomodidad, miedo, nervios, y son caricias en nuestras partes íntimas, y si es que suceden, hay que gritar “no”, y avisar inmediatamente a una persona de confianza. Las caricias ‘buenas’ son aquellas que nos hacen sentir amados y felices”, finalizó.

A modo de guiar a los niños con el tema de los secretos, la psicóloga muestra a sus pequeños pacientes un video, como antesala, sobre secretos buenos y malos, con una canción muy ilustradora.

“Hay secretos chiquititos que te invitan a jugar y hay secretos tan enormes que te vienen a asustar.

Hay secretos livianitos que te llevan a volar
y hay secretos tan pesados que no dejan respirar.

No se tienen que guardar los secretos que hacen mal. No se tienen que guardar los secretos que hacen mal.

Si no alcanzan las palabras para lo que hay que contar, inventemos otro idioma. Siempre te voy escuchar. Acá estoy, quiero ayudarte.

Sé que decís la verdad. Ya no habrá que andar con miedo porque te voy a cuidar. No se tienen que guardar los secretos que hacen mal.

No se tienen que guardar los secretos que hacen mal. Ya no habrá que andar con miedo
porque te voy a cuidar”.

(Fuente: El Deber)