Alegría, ya no con polleras sino con botas
Written by Boris Bueno Camacho on 4 de junio de 2023
Marisol Escalier, hija de los fundadores de la Fraternidad Caporales Chayanta Escalier, madre y esposa, hace años decidió bailar como “macha caporal”. Hizo modificaciones al disfraz del varón adecuando a la figura de una mujer, pero bailó los mismos pasos del hombre. A Escalier no le importó seguir la coreografía de hombre. Ella buscaba compartir la fiesta junto a sus hermanos, pero al bailar de cholita caporal desigualaba en el traje y pasos.
Por eso, Marisol decidió participar con la vestimenta de varón. Ajustó la blusa a su figura, y mantuvo el resto de la vestimenta. Según comenta su sobrino, Mauricio Escalier, ella al bailar de “macha caporal” también quiso demostrar la fuerza y carácter que tiene. En la Fraternidad Caporales Chayanta Escalier se destaca la participación de las “machas caporal”, ellas bailan con más alegría, entusiasmo y fuerza que los hombres. “La alegría de la mujer es única, sin mencionar la belleza, la sonrisa, los ojos. Las machas son únicas, bailan hermoso, (…) apoyamos e incentivamos a que formen parte de eso. Muestran alegría ya no con la pollera, sino con las botas, con un pantalón y la blusa”, relata Escalier.
LA COMUNIDAD LGTBI CONTRIBUYÓ A LA DECLARATORIA DE LA UNESCO
La comunidad LGTBI tiene una fuerte influencia en el Gran Poder. Las bailarinas de chinas morenas contribuyeron a que esta festividad sea nombrada patrimonio inmaterial de la humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco). “Hay una transformación y una inclusión muy importante, por eso está inscrito en la candidatura (a la Unesco), por eso el Gran Poder fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad porque es una fiesta que incluye al otro, democratiza nuestra participación y si se llega a perder esto, hasta el título estaría en riesgo”, dijo David Aruquipa, waphuri Galán que participa desde hace 22 años en el Gran Poder.
La comunidad LGTB participa en diferentes fraternidades, hoy en día son más ovacionados que el resto de los fraternos, como es el caso de la familia Galán, con los waphuris Galán (jefe de los hilanderos), cuyos danzarines son esperados con enorme expectativa. “Nuestro personaje es esperado y querido, (…) el cariño de la gente al esperar a nuestro personaje hace sentir que el Gran Poder es inclusivo, una fiesta inclusiva que ha roto con la discriminación y exclusión si lo hubo alguna vez. Eso me enorgullece”, expresó Aruquipa.
Aruquipa con fe y devoción cantó un trozo de la letra que compusieron al “Tatita”: “Un año más la emoción inunda mi corazón, alisto mi rueca para bailar Kullawada al ver tu rostro señor dan lágrimas de amor, un año más por ti señor Jesús del Gran Poder”. Otra pareja que también es muy esperada por el público son “los incas”. Franco de la Cuenca y Alejandro Ledezma se hicieron conocer el año pasado en la Fraternidad Incas Raymis.
UNA MUJER ÁNGEL CONDUCE A DIABLOS Y DIABLESAS
Hace décadas la diablada solo danza exclusiva para hombres, hoy la mujer toma protagonismo. El ángel representa al Buen en esta interpretación, una vez que vence al mal, conduce a los diablos al templo sagrado. Cada año y tradicionalmente, un hombre cumplía con esta misión, pero en Los Urus del Gran Poder, se concluyó que sea una dama. “Creemos que todas las personas que vienen a bailar tienen fe. Cada quien baila de lo que quiere, no hay ninguna restricción y tampoco ningún tipo de discriminación”, contó un bailarín de la Fraternidad Urus en el Gran Poder.
Las diablesas, las cosas y el ángel que conduce a los diablos tomaron más fuerza en la Diablada. Decenas de mujeres deciden bailar de diablesas u osas, porque “no querían ser parte del monto y el traje les gusto”, añadió. “Esta danza solo era para hombres, hoy la mujer está tomando protagónico. Yo conozco que los ángeles también son damas en la propia diablada. Este es un concepto de inclusión de la mujer, ella incursiona en todas las danzas”, dijo Juan Navia, periodista especializado en temas folclóricos.
LA WACA THOKORI ES MÁS FUERTE QUE EL TORO
Año tras año, Josefina Andrade Fernández participa en la Fiesta Mayor de Los Andes con su bloque las Guadalupanas en la Fraternidad Waca Thokoris Aymaras de Bolivia. Son un grupo de amigas que bailan también en honor a la Virgen de Guadalupe. Ella es lechera y sobre sus caderas carga más de 16 polleras de bayeta. Andrade destaca que la vestimenta del toro es más liviana que el de la lechera. “Es más divertido (bailar de toro), la pollera es lo más pesado por el dolor de espalda que provoca la vestimenta. A veces mis compañeras prefieren el toro porque en los descansos se sacan los toros, pero la pollera no te la puedes sacar, es de principio a fin”, dijo Andrade. Josefina indica que no hay “peros” para participar en la festividad. “Con lo que te sientas cómoda, sin tergiversar mucho la vestimenta, es aceptable”, dicho comentario es compartido por las mujeres que deciden bailar con la vestimenta del varón y a la que ponen su toque femenino. “(Bailar con vestimenta de varón) eso no influye en la fe y devoción al Tata Jesús del Gran Poder y de alguna manera todos muestran su devoción, el género no hace a la danza, que se lleve la vestimenta tal y como es, no importa quién lo porte”, dijo. Las mujeres que bailan de toros demuestran que tienen fuerza, ya que el toro es armado con fierro de construcción, lo que influye en el peso y en el riesgo que se corre cuando el material se desprende. “Muchas veces las chicas tuvieron accidentes por un fierro suelto, pantalones rotos o les rasgó la pierna”, añadió.
El amor a la danza y la fe por el Tata hacen que algunas mujeres de la tercera edad continúen bailando waca waca. Y lo hacen de jilacatas. “Hay señoras mayores que siguen con el amor a la waca waca. Ellas son mayores de 65, de 70 años bailan de jilacatas con el poncho, chicote y bastón de mando, vestimenta del varón”, confirmó Andrade, devota del ‘Tatita’. Desde hace más de 12 años, la Fraternidad Waca Thokoris Aymaras de Bolivia tiene un bloque de chicas que bailan de k’usillos. Cesar Charcas Barriga, nieto del fundador de dicha fraternidad, cuenta que en un principio hubo rechazo del pública a ellas, pero con los años se normalizó y ahora las esperan con ansias. Las jóvenes usarían el traje de varón, pero no las caretas, muestran su rostro, la belleza y peinado.
(Fuente. urgente.bo)