Este lunes, el presidente Arce instruyó la militarización de las fronteras, para frenar el contrabando de productos bolivianos.
«Se realizarán controles del movimiento de mercancías en el territorio nacional. Vamos a interceptar aquellos camiones cargados de productos y que están en camino a alguna zona fronteriza. Ahí se va a identificar de dónde proviene el producto, qué cantidad, cuál es el precio que han comprado y cuál es el destino final», indicó Silva.
«Se ha detectado que en varias comunidades, los contrabandistas han construido galpones a título de llevar la mercadería para abastecer la demanda del mercado de un pequeño municipio, pero están sacando todos los días miles de quintales de azúcar, de harina, de arroz. Lo que hacen es depositar en estos galpones, que son sus propiedades, para después, durante la noche y el día hagan pasar al otro lado en ese contrabando hormiga. Entonces, con esta norma se va a poder interceptar y controlar este movimiento de productos», agregó.
El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) está encargado de proteger la producción nacional y opera en tres líneas: Una primera se desplaza a lo largo de las fronteras con Chile, Argentina, Paraguay y Perú, mientras la segunda actúa en los pasos aduaneros, con patrullas, de manera conjunta con la Aduana Nacional; y la tercera línea ejecuta operativos de control en el mercado interno, junto con Impuestos Nacionales, la Policía Boliviana y otras instituciones.
También se regulará a los intermediarios, para evitar el incremento de la carne, por ejemplo.
Ellos compran el ganado en pie, lo llevan a los mataderos, faenan la carne, luego llevan a los frigoríficos y ahí determinan el precio de kilo gancho que se ha incrementado en los últimos días. No es el ganadero ni mucho menos el comerciante minorista; entre estos dos actores hay un ‘internador’, un especulador, un intermediario que está generando está especulación en el precio de la carne«, complementó.
Unitel