Tan accidentado fue su ingreso, por segunda vez, al Palacio Quemado, que los estribillos de sus seguidores eran “con elección, sin elección, Siles al poder”.
Su porfía había comenzado en las elecciones generales del 1 de julio de 1979, convocadas por el general David Padilla Arancibia, que presidía el país luego de derrocar a Juan Pereda Asbún, a su vez golpista del dictador del septenio 1971-1978, Hugo Banzer Suárez, y autor del fraude en los comicios del 9 de julio de 1978.
Siles Zuazo
En las elecciones de 1979, los resultados fueron divididos entre los candidatos Siles Zuazo, de Unidad Democrática Popular (UDP), con 35,99% de los votos, y Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con 35,89%.
Sin acuerdo político por la proclamación del nuevo mandatario, el Congreso Nacional decidió encomendar la tarea al senador Wálter Guevara Arze. El 8 de agosto de ese año, Padilla Arancibia le cedió el poder.
Devolvió el poder al Congreso Nacional y éste eligió presidenta de la República a la entonces titular de la Cámara de Diputados, Lidia Gueiler, que se convirtió en la primera mandataria de la historia del país. Tuvo la oportunidad de llamar a elecciones generales para el 29 de junio de 1980.
En los comicios, otra vez ganó Siles Zuazo, esta vez con el 38,7% de los votos, frente al 20,1% de Paz Estenssoro y el 16,3% de Banzer, este último de Acción Democrática Nacionalista (ADN).
La presidenta se había declarado obsesionada por entregar el poder y abrir así el camino de la recuperación definitiva de la democracia en el país.
Acosado por denuncias de corrupción y vinculaciones con el narcotráfico, García Meza fue obligado a renunciar, y las Fuerzas Armadas, con el poder de designar mandatarios, encargó a una junta militar —Celso Torrelio Villa, Waldo Bernal y Óscar Pammo— el gobierno.
El 10 de octubre de 1982, en un solemne acto en el Congreso Nacional, Vildoso Calderón devolvió el poder a Siles Zuazo, ganador de las elecciones de 1980. Éste fue acompañado por el vicepresidente electo, Jaime Paz Zamora.
Supuso entonces la recuperación definitiva de la democracia en el país. “El esfuerzo que realicemos los bolivianos por el progreso de nuestra patria, no solo es por nuestra patria boliviana, sino por la gran patria latinoamericana”, dijo en su discurso de posesión el nuevo mandatario.
Sin embargo, aquejado por una grave crisis económica, presión de la Central Obrera Boliviana (COB), filas por alimentos en las calles del país y un escaso respaldo político, a falta de un año de concluir su mandato, Siles Zuazo decidió acortar su gestión y llamar a elecciones adelantadas para el 14 de julio de 1985. Resultó el primer accidente político de la incipiente democracia.
Elecciones
Los comicios fueron ganados por Banzer Suárez (32,8%), a quien lo secundaron Paz Estenssoro (30,3%) y Paz Zamora (10,8%). Éste había pugnado en los comicios con su propia sigla, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR).
Luego del gobierno del histórico líder del MNR —recordado por el “Bolivia se nos muere” para justificar el Decreto 21060 de 1985— devinieron otros presidentes electos, Paz Zamora (1989–1993), Banzer Suárez (1997–2001), Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) y Evo Morales (2006-2019). Sin embargo, en otras crisis políticas, hubo tres sucesiones constitucionales, propiciadas en sendos actos en el antiguo Congreso Nacional.
Siendo antes vicepresidentes, Jorge Quiroga sucedió el 7 de agosto de 2001 a Banzer Suárez, obligado a renunciar por un cáncer terminal, y Carlos Mesa, el 17 de octubre de 2003, al dimisionario Gonzalo Sánchez de Lozada.
“Sé que mi tratamiento será difícil y seguramente con muchos riesgos. Así que no me será posible gobernar como quisiera”, dijo entonces Banzer Suárez al ceder el poder a su lugarteniente.
En tanto, en medio de su viaje a Estados Unidos, Sánchez de Lozada mandó su carta vía fax al Congreso Nacional aquel 17 de octubre de 2003. Renuncio “con la íntima convicción de que la aceptación de la misma no corresponde, ya que no se puede retirar a un presidente elegido democráticamente por mecanismos de presión y de violencia que está”, se leía en la misiva.
Entonces, el gobierno del MNR había intentado exportar gas natural a través de puertos de Chile a Estados Unidos. La medida desató una ola de protestas que terminó con la llamada Masacre de Octubre, con la muerte, bajo represión militar y policial en semanas, de al menos 69 personas.
Sin fuerza legislativa y también bajo presión social atribuida a Morales, entonces diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Mesa también renunció al cargo, el 6 de junio de 2005, luego de dos intentos anteriores.
El 9 de junio de 2005, el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, sucedió a Mesa.
Debido a la crisis políticos y social, el Congreso Nacional también se reunió para el acto en la Casa de la Libertad.
Basado en la prelación de la Constitución de 1967, el nuevo mandatario asumió el poder luego de que los presidentes de las cámaras de Senadores, Hormando Vaca Díez, y de Diputados, Mario Cossío, renunciaran a la sucesión por acuerdo político.
Rodríguez Veltzé pudo regularizar las transiciones gubernamentales. Llamó a elecciones para el 18 de diciembre de 2005.
Ganó los comicios Morales con el 53,7% de los votos, que le permitieron acceder al poder de forma directa, sin mediación del Congreso Nacional.
MAS
El mandatario llamó a elección de constituyentes, instaló la Asamblea Constituyente y consiguió, en referéndum nacional en 2009, la aprobación de la nueva Constitución que instituyó el Estado Plurinacional de Bolivia.
Venció un referéndum revocatorio en 2008 y luego ganó los comicios de 2009 y 2014. Quiso modificar la Constitución para una repostulación, pero la consulta del 21 febrero de 2016 le dijo No. Se acogió a una sentencia constitucional de 2017 y optó por una nueva repostulación en 2019.
Una movilización cívica lo derrocó y renunció el 10 de noviembre. Dos días después, la senadora Jeanine Áñez se proclamó sucesora en actos en la Asamblea Legislativa sin quorum ni presencia de los legisladores del MAS.
Aruguyó vacío de poder ante el asiló de Morales en México. La imagen de un militar colocándole la banda presidencial recuerda su llegada al poder luego de una ruptura constitucional. Sin embargo, Mesa consideró que la de Áñez fue “sucesión impecable”.
La mandataria llamó a elecciones y el 18 de octubre de 2020 el binomio del MAS, Luis Arce y David Choquehuanca, ganó los comicios con el 55,1% de los votos. Este gobierno rige hasta 2025.
(Fuente: La Razón)