El ejercicio “Northern Coasts 23″ está liderado por Alemania y cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Francia, Italia, Finlandia, Estonia, Dinamarca, Canadá, Bélgica, Lituania, Letonia, Países Bajos, Polonia y Suecia.
Puntualmente, las tareas se centrarán en la defensa portuaria y los ataques anfibios de objetivos en tierra con la meta de optimizar la cooperación entre las fuerzas navales, terrestres y aéreas implicadas.
Los entrenamientos serán en las aguas costeras de Estonia y Letonia -y espacios asociados- y en la parte central y oriental del mar Báltico. Ambos países formaron parte de la ahora extinta Unión Soviética y comparten frontera con Rusia, que también realiza ejercicios en estas aguas.
“La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha alterado radicalmente la situación de seguridad en el mar Báltico y la OTAN ha aumentado sustancialmente su presencia defensiva en la región en el mar, en la tierra y en el aire”, dijo y subrayó: “Ejercicios como estos envían un mensaje claro de que la OTAN está dispuesta a defender cada centímetro del territorio aliado”.
Algunos meses atrás, el Kremlin lanzó una provocación sobre estas aguas y desplegó tres de sus aviones caza cerca del espacio aéreo del bloque.
“Los aviones rusos no se adhirieron a los estándares internacionales y no establecieron una conexión de interacción con la región de información de vuelo correspondiente”, denunció entonces la armada británica.
Asimismo, recordaron que, días antes, ya habían notificado de un incidente similar en el que colaboró la Fuerza Aérea de Suecia.
Según precisó la cartera de Defensa, se realizaron “más de 200 ejercicios, que incluyen el uso de armamento” y prácticas de protección de las rutas marítimas, transporte de tropas y carga militar, y la defensa de la costa.
Previo al inicio de la guerra en Ucrania, estas maniobras estaban centradas en la práctica de bloqueos de ataques piratas, terroristas y de traficantes, o para participar en misiones internacionales.
(Fuente: infobae)