Jorge Vaca: “Casi nos ponen sello rojo como destino turístico”

Durante la pandemia uno de los sectores más afectados fue el turismo. ¿Se ha logrado recuperar?

Los otros sectores económicos tuvieron una recuperación más rápida, pero el sector turismo es muy sensible a factores externos, como el covid, el cierre de fronteras, aerolíneas en tierra e internamente también hubo problemas sociales. Entonces, ha sido una ‘bola de nieve’ que fue creciendo y ha sido complicado sobrellevar la situación.

Hablando de habitaciones ocupadas, ¿Cuántas fueron antes de la pandemia y ahora?

Si vemos por huéspedes totales, fueron 831.000 personas en 2014 y en 2019 -antes de la pandemia-eran 652.000 y en 2022 llegamos a 420.000 personas. Entonces, la situación en la hotelería es muy compleja y la recuperación es muy lenta, cuando el sector genera un efecto dinamizador muy importante en la economía.

El sector hotelero es el que tiene el ‘dólar más democrático’. ¿A qué me refiero? Las personas llegan al país con divisas que pagan al chofer del taxi, al dueño del restaurante, a los comercios.

Tuve una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, fuimos con una postura, no de queja, sino de propuestas y uno de los temas era el AirBnb. Hay países que están empezando a controlar el hospedaje vía plataformas. Y nosotros llevamos una propuesta al Gobierno, no para que desaparezcan, la gente tiene derecho a alquilar su departamento, pero se debe regular para reducir la brecha entre los que somos formales y generamos empleos con los que son informales.

Dejar abierto esto es muy peligroso porque estamos hablando de seguridad nacional. Recordemos que la hotelería es el principal aliado del Estado porque todos los días debe enviar un parte a Migración, a la Felcc e Interpol. Son al menos siete instituciones a los que se envía la información sobre la entrada y salida de la gente.

Para que se dé idea, a junio teníamos 5.000 AirBnb en Bolivia, de los que 2.000 están en Santa Cruz, unos 1.200 en La Paz, luego Cochabamba con 850, Sucre y Tarija. Mientras la hotelería está solo con un 50% de ocupación.

¿Y el efecto económico que provoca esta situación?

Cuando hay sobreoferta de espacios la tendencia es que bajen los precios, ¿hubo reajuste en las tarifas hoteleras?

El impacto en las tarifas no está en función de los hoteles. Probablemente, AirBnb hizo que las tarifas bajen y los hoteles tengan que ajustarse, pero creo que está más en función de la economía de la gente y la situación en los países vecinos, que tampoco están bien. Antes, un turista argentino que iba a un hotel cinco estrellas, va a uno de dos o tres. Hoy, las mejores economías de la región son las chilena y peruana.

En este último tiempo, ¿se abrieron más hoteles o cerraron?

Luego de la pandemia se cerraron varios establecimientos hoteleros, pero también hay gente que está apostando al sector.

En postpandemia se abrió una cadena que es Ibis, que estuvo en construcción, pero significa que hay confianza en el país y la gente quiere invertir. Hay cadenas internacionales y también inversiones pequeñas nacionales. Mientras haya capitales hay empleos y mejora la calidad de vida de los cruceños.

¿Y cómo afecta al sector la conectividad aérea?

Es lamentable que un país tenga una sola aerolínea. Sin ir lejos, ¿cuántos países de Sudamérica tienen una sola aerolínea? Dos: Bolivia y Venezuela. No tengo nada contra Boliviana de Aviación (BoA), se trata de la importancia de una conectividad aérea para traer turistas.

Si tienes una sola aerolínea y además pones muchas trabas para que lleguen otras compañías aéreas haces que viajar a Bolivia sea muy caro. Entonces, si quiero llegar a Uyuni, pero me sale $us 500 igual que a Río de Janeiro, es más difícil competir.

¿Cómo impacta la escasez de dólares al sector hotelero?

Hay dos sectores que pueden alivianar la situación, uno es las exportaciones y el otro es el turismo. El turismo trae gente y llega con dólares.

¿Y cuáles son los mayores atractivos turísticos?

La joya del turismo es Uyuni, pero lo triste son los bloqueos y que trataran de quemar los hoteles. El país necesita seguridad jurídica para el que invierte. Yo comparo Uyuni con Machu Picchu, en Perú, y con el atentado a los hoteles estuvimos muy cerca de que nos coloquen sello rojo.

¿Qué sucede con el sello rojo?

Cuando te ponen sello rojo ingresas a una lista negra de destinos no seguros en el mundo.

(Fuente: El Deber)