El primer mandatario resaltó que Bolivia tiene mucho que ofrecer al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), pero principalmente recursos como litio, minerales y alimentos.
“Hay cosas fundamentales que BRICS necesita: litio, alimentos y minerales. Nosotros tenemos eso que se requiere. Bolivia está en fila, como muchos otros países, para poder ingresar al BRICS como tal y está listo para ingresar a formar parte del banco de BRICS”, explicó Arce a los periodistas.
Si bien el ingreso del país al bloque internacional podría llevar varios años de discusión, las autoridades confían en que la participación en su banco (llamado Nuevo Banco de Desarrollo) sería mucho más rápida y podría abrir la posibilidad de acceder a más créditos internacionales.
Sin embargo, algunos analistas consideran que estos afanes por pertenecer a este grupo de países tiene una visión de urgencia cortoplacista e intereses políticos, aunque sí se podría abrir un mercado interesante para el país.
El exdirector del BCB Gabriel Espinoza recordó que Bolivia atraviesa aún por una “molesta escasez de dólares” que motiva al Gobierno a ver otras monedas como alternativas para el comercio exterior. Si esta es una razón para pertenecer a BRICS habría poco compromiso con intereses de más largo plazo.
Por otro lado, dijo que se debe considerar que el bloque es heterogéneo y poco estable para sus objetivos a largo plazo. Rusia tiene sanciones por la invasión a Ucrania, China acaba de entrar en una crisis económica, India se mantiene estable y con interesantes acercamientos con Estados Unidos. Argentina, que recién se unió al bloque, está quizás en su peor momento.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, señaló que Bolivia, por el tamaño de su economía y de su mercado, es poco atractivo para los BRICS. Lamentó, además, que los ofrecimientos hechos por Arce (litio, minerales, alimentos) sean sólo materias primas.
“Seguimos con minerales, con tema de oro y gas natural, pero nada industrializado y manufacturado. Queremos seguir siendo dependientes del contexto internacional, pero no hacemos un desarrollo para tener que ofrecer algo más que recursos naturales”, dijo Romero.
El analista resaltó, además, que se mantiene una balanza deficitaria con los BRICS.
¿Con más gas para 2026?
Tal como lo anunció el miércoles el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, ayer, Luis Arce, volvió a señalar que para 2026 se revertirá la tendencia declinante de la producción de gas.
“El presidente de YPFB hablaba de que hacía 2026 ya vamos a estar más o menos recuperando la posición en hidrocarburos. Bolivia tiene reservas, hay gas en el país, hay que invertir para consolidarlas”, dijo el primer mandatario, sin referirse a la posible modificación de la Ley de Hidrocarburos, pregunta que le hicieron los periodistas.
La producción de gas en el país pasó de 64 millones de metros cúbicos al día (MMm3d) en 2014 a 37 MMm3d para este año, y se prevé que el descenso continúe.
Según Arce, desde el inicio de su gobierno se apostó por destinar más recursos a la exploración, lo cual no se hizo en gestiones pasadas.
Romero opinó que la caída de la producción de gas es reflejo del “fracaso de la política hidrocarburífera” del MAS, en la que se “cosechó” pero no se “sembró”. Esto, en su criterio, afectará el crecimiento económico y reducirá los techos presupuestarios de los gobiernos subnacionales, como ya se ha ido viendo para 2024.
Espinoza consideró que las declaraciones de Arce fueron una “salida desesperada al sincericidio” que tuvo el miércoles, cuando dijo que se tocó “fondo” en la producción de gas.
Añadió que no sólo se debe pensar en la disminución de ingresos por venta de gas, sino también en el riesgo energético para el país, afectación a industrias y más importación de combustibles.
Cuestionó que si la producción se recuperará en 2026, ¿qué pasará en 2024, y en 2025? La situación podría empeorar, opinó.
(Fuente: Los Tiempos)