Trabajando durante horas en los techos de la cárcel de San Pedro debido al poco espacio y el hacinamiento, más de 1.800 privados de libertad produjeron durante meses miniaturas y artesanías que desde hoy se venderán en la feria de Alasita.

El director nacional de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, explicó a La Razón que la venta de miniaturas y artesanías elaboradas por los reclusos es una de las características del penal de San Pedro.

Remarcó que los privados trabajan prácticamente durante todo el año y de esa forma consiguen un pequeño sustento para ayudar a sus familias.

Miniatura. Los carritos de hojalata son elaborados con esmero por los privados de libertad. Foto: Roberto Guzmán

Miniaturas

Limpias contó que los reos usan el techo del penal para pintar y colocar su trabajo debido a la falta de espacio y la sobrepoblación que hay en el recinto carcelario. Pero nada es un impedimento cuando quieren trabajar y ayudar a sus seres queridos.

“Ellos se dan modos. Ganan sus buenos pesos por el trabajo sacrificado que tienen, más que seguro para sus familias e hijos. No solo trabaja el privado, también la familia que está comercializando al frente de la plaza; aquí vienen las mayoristas a comprar, los carritos de hojalata generalmente salen de aquí”.

Al respecto, Celia Choque, trabajadora social del recinto penitenciario, explicó que se trata de una actividad ocupacional que ayuda a sobrellevar el encierro. Informó que los privados trabajan en carpintería, venestería, porcelana fría, hojalatería, artesanía e incluso zapatería.

La cárcel de San Pedro en La Paz tiene una población carcelaria que supera los 3.000 privados de libertad, de los cuales el 70% es detenido preventivo, según informó La Razón en 2023.

Esfuerzo. Los autitos de madera son cotizados en la Alasita. Foto: Roberto Guzmán

‘Hacemos unos 120 autitos en un mes’

Julio, privado de libertad en la cárcel de San Pedro, dijo que trabaja prácticamente todo el año para elaborar los carritos de hojalata que se venderán en la feria de Alasita. Contó que generalmente le piden 10 docenas por modelos y se tarda, aproximadamente, un mes para terminar unos 120 autitos.

Explicó que trabajan más o menos unas 130 personas durante turnos desde las 07.00 hasta las 20.00. Julio aseguró que no gana mucho en la venta de las miniaturas, pues debe invertir en la compra del material.

Otro privado del sector de carpintería contó que existen al menos 150 privados de libertad que trabajan en ese sector. Por falta de espacio deben turnarse para elaborar las miniaturas. Ellos hacen alcancías, motos, autos y taxis.

Este año están innovando con la presentación de juegos completos de dormitorio, con catres, sillas, mesas, cómodas y roperos.

El hombre explicó que necesitan nuevas máquinas para desarrollar su trabajo. Sin embargo, con lo que tienen, realizan llamativas miniaturas que también venden al por mayor en la feria de Alasita y otras muestras, principalmente, en Cochabamba y Santa Cruz.

(Fuente: La Razón)