Informe del ITEI evidencia graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos en las cárceles de Bolivia
Written by Boris Bueno Camacho on 8 de diciembre de 2023
Lo más grave parece ser la tortura sistemática que existe, como una forma de iniciación, en la cárcel de Chonchocoro, señala el informe.
Un reciente informe del Instituto de Terapia e Investigación sobre las secuelas de la tortura y la violencia Estatal (ITEI), ONG de Derechos Humanos y salud mental, concluyó que las cárceles de La Paz, en las que intervino, se incumplen reglas internacionales en temas penitenciarios, ratificadas por Bolivia, con la consecuente vulneración sistemática de los derechos de las personas privadas de libertad y el alarmante uso de la tortura.
El ITEI intervino mediante talleres, durante 2020, en el Centro Penitenciario Femenino de Miraflores, el Centro de Rehabilitación Juvenil de Qalauma, el Centro de Orientación Femenina de Obrajes y el Penal de San Pedro de Chonchocoro. En los talleres el ITEI presentó a las personas privadas de libertad las reglas internacionales de Nelson Mandela, Bangkok y La Habana que establecen los estándares mínimos de encarcelamiento, invitando a los asistentes a reflexionar en qué medida se las está cumpliendo o vulnerando.
“Durante los talleres se evidenció que las reglas no se cumplen suficientemente en ninguna de las cárceles (intervenidas), (son) espacios donde hay violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos de las personas privadas de libertad”, señala el ITEI en el texto compartido con ANF.
“Lo más grave parece ser la tortura sistemática que existe, como una forma de iniciación, en la cárcel de Chonchocoro. Esta tortura incluye todos los niveles: biológico, físico y psicológico, y deja graves consecuencias en el bienestar de los privados de libertad. La tortura sistemática en Chonchocoro debe ser fuertemente denunciada”, apunta.
Además, entre las conclusiones están que en todas las cárceles hay un hacinamiento grave que causa conflictos entre las personas privadas de libertad e incomodidad general, donde las y los internos “deben contar con recursos económicos y facilidades para poder obtener un espacio donde puedan dormir”.
Otros problemas incluyen contacto inadecuado con el mundo exterior; la falta de confidencialidad en relación a las quejas e inspecciones; la falta de oportunidades significativas en educación y trabajo, así como la falta de formación del personal administrativo y de seguridad.
“Estas violaciones son muy graves, especialmente cuando se considera el hecho de que la población carcelaria es una de las más vulnerables en toda la sociedad, y por eso necesitan de mucho cuidado”, señala el ITEI.
El ITEI asevera en el informe que la pérdida de libertad ya es una pena suficiente y no se logra nada tratando mal a las personas privadas de libertad. Sin embargo, “en Bolivia, el sistema y el personal penitenciario se centran en perpetuar la injusticia sin sentido en lugar de reintegrarlas a la sociedad”.
Penal de Chonchocoro
Cárcel de Obrajes
En la cárcel de Obrajes también hay muchas violaciones de las reglas internacionales. Especialmente grave es la mala atención médica que pone en alto riesgo la salud de todas las privadas de libertad. El hacinamiento de más de 300% que existe en Obrajes causa incomodidad y conflictos entre las reclusas. Otros problemas incluyen la falta de productos de higiene y las malas condiciones de alojamiento.
Por las condiciones pésimas en que se encuentran, las reclusas solicitaron que se realicen talleres para el personal penitenciario sobre las reglas internacionales y los derechos de las personas privadas de libertad.
Centro de Rehabilitación de Qalauma
El informe señala que lamentablemente en el Centro de Rehabilitación Juvenil de Qalauma muchas de estas reglas no se cumplen, pese a que la situación carcelaria en el recinto penitenciario es una de las mejores en el departamento de La Paz.
Las deficiencias aparecen en relación a la comida poco nutritiva, falta de agua para beber y para ducharse, insuficiente profesionalismo del personal penitenciario, así como insuficiencias en la cantidad y calidad de la atención médica, siendo la más grave violación la negligencia en relación a los derechos de las reclusas embarazadas, reclusas madres y sus bebés.
Cárcel de Miraflores
En este centro la mayoría de las reglas se están vulnerando. De hecho, refiere el ITEI, al enterarse de todos los derechos que se supone que tienen, “las reclusas se indignaron”. Manifestaron el deseo de que, en el futuro, el Estado se asegure de “poner gente competente que quiera trabajar con las privadas de libertad en los centros penitenciarios”.
La situación es que el personal penitenciario no es competente ni está motivado para su trabajo.
(Fuente: ANF)