Uruguay se llevó un ‘Clásico del Río de la Plata’ diez años después. Lo hizo gracias a un gol de Araujo que certificó una victoria muy trabajada en un partido marcado por la intensidad. Argentina y un Messi que nunca estuvieron cómodos firman su primera derrota desde aquella contra Arabia Saudí en el Mundial de Qatar. La campeona ya no está invicta.
La primera mitad tuvo todo lo que se esperaba de un Argentina – Uruguay. Mucha intensidad, golpes, entradas duras y tanganas. Retener el balón más de dos segundos significaba que un rival se echara encima. Y el final solía ser el mismo, jugador al suelo sino era capaz de soltar rápido la bola. El único capaz de esconder el esférico era un Messi que demostró estar muy enchufado pero que no pudo superar esa presión uruguaya.
Un larguero de Messi… y poco más
La segunda mitad siguió el mismo guión que la primera. Scaloni buscó dominar más con la posesión y meter a Uruguay atrás a través de posesiones largas. Uruguay aceptó el reto, se parapetó e instó a Argentina a llevar el partido a un duelo físico. La albicelete no estuvo cómoda en ningún momento y ni siquiera los cambios ofensivos pudieron meter un ritmo más alto.
Messi no era capaz de recibir un balón con algo de ventaja. La única ocasión que tuvo fue una falta marca de la casa en la frontal que tocó el travesaño y se fue por encima de la portería de Rochet. Argentina empezó a dejar muchos espacios atrás y Uruguay aprovechó una pérdida de Messi para salir a la contra con un pase de Nico de la Cruz que dejó solo a Darwin para definir ante el Dibu y hacer el definitivo 2-0.
(Fuente: marca.com)