Mi hijo está “completamente aislado, no entra nadie, ni su abogado ni nadie, fue mi nietita a visitarlo y no la dejaron entrar”, dijo este miércoles Mario Oswaldo Rivas, padre del exdirector de Migración Marcel Rivas Falon, quien está en huelga de hambre seca en el penal de San Pedro, de La Paz, desde el 26 de octubre, en demanda de su libertad irrestricta
Esa situación “le puede ocasionar un paro renal definitivo; él lo sabe, (pero) tomó esa decisión que es la última de su vida porque no puede ser que lo vayan manipulando (para mantenerlo preso), por eso va a llegar hasta el final y yo lo apoyo porque está luchando por su libertad y sus ideales”, afirmó.
El jueves 26 de octubre, el exfuncionario del gobierno de Jeanine Áñez publicó un video en su cuenta de Facebook para declararse en huelga de hambre.
“De este cautiverio solo saldré de dos maneras: liberado de inmediato como determinaron los mismos cómplices de los que ordenaron mi secuestro político o en un cajón, muerto, pero con la misma dignidad con la que asumí esta terrible impostura hace dos años y 11 meses”, dijo el exdirector.
“Como padre me duele tremendamente, pero mi hijo está luchando por su libertad, entonces yo no le puedo coartar ese ímpetu que tiene”, agregó Oswaldo Rivas.
Pero, entonces, también su defensa informaba que en el caso de las alertas migratorias, si bien igual fue absuelto por dos tipos penales, aún se mantenía “una condena (de tres años) por incumplimiento de deberes”.
Rivas, en su video, señaló que “haciendo uso de delincuentes fiscales, jueces y vocales” se pretende prolongar su “cautiverio” a pesar de que lo absolvieron de un proceso y lo sentenciaron a tres años en otro “sin haberse demostrado la existencia de ningún delito”.