Esta se trasladará desde Egipto, ya que Israel insiste que “no permitirá ninguna asistencia humanitaria desde su territorio a la Franja de Gaza mientras los cautivos no sean devueltos”.
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha asegurado este miércoles que Israel ha aceptado la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, algo a lo que hasta ahora se oponía como represalia por el brutal ataque de Hamás del 7 de octubre que dio comienzo a la actual guerra.
Más de un centenar de contenedores de ayuda humanitaria están esperando en el paso de Rafah -el único de la Franja de Gaza que no controla Israel y que la une con el Sinaí egipcio- a que el Gobierno israelí de su visto bueno para que entren al castigado enclave.
“Estamos trabajando en estrecha cooperación con el Gobierno de Egipto, las Naciones Unidas y sus agencias, como el Programa Mundial de Alimentos, y otros socios en la región para que los camiones crucen la frontera lo antes posible”, indicó Biden.
El mandatario anunció además un fondo de ayuda de 100 millones de dólares en asistencia humanitaria para Gaza y Cisjordania ocupada, en apoyo a más de un millón de desplazados por el conflicto.
“La gente de Gaza necesita comida, agua, medicinas y refugio”, incidió el estadounidense.
Tras las declaraciones de Biden, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, matizó que “Israel no impedirá la asistencia humanitaria procedente de Egipto, mientras se trate únicamente de alimentos, agua y medicinas para la población civil ubicada en el sur de la Franja de Gaza”.
Después de once días oponiéndose frontalmente a la entrada de ayuda humanitaria básica desde Egipto, Israel hizo hoy esa concesión “a la luz del amplio y vital apoyo estadounidense al esfuerzo bélico, y a solicitud del presidente”.
Sin embargo, el gabinete de guerra de Israel aclaró que “no permitirá ninguna asistencia humanitaria desde su territorio a la Franja de Gaza mientras los cautivos no sean devueltos”.
Centenares de miles de gazatíes están evacuados en el sur de la Franja, donde los suministros de agua potable y comida escasean en medio de intensos bombardeos israelíes en doce días de guerra, que han dejado más 3.400 muertos en el enclave y al menos 11.000 heridos.
El brutal ataque de Hamás el pasado 7 de octubre en Israel, que dio comienzo a la guerra, causó unos 1.400 muertos de lado israelí.
(Fuente: expansion.com)