
La tarea cotidiana de llevar a las llamas a pastar se ha tornado trágica para los pobladores de la zona ganadera de Nor Lípez, Potosí. Dejan al ganado en los sitios de pastoreo, ahora secos, y al volver a recogerlas encuentran una o dos muertas por desnutrición y deshidratación.
El testimonio es de Freddy Juárez, dirigente de la Central Única Provincial de Comunidades Originarias de Nor Lípez, quien este jueves relató a Correo del Sur Radio (FM 90.1 y 980 AM) la situación dramática que viven por la sequía.
No solamente se trata de la falta de agua, sino de la escasez de alimento, que ha provocado que las llamas enflaquezcan.
La crisis no es reciente. Este año, el dirigente apenas recuerda unos tres chubascos, insuficientes para que renacieran los pastos y las llamas pudieran consumir en cantidad y generar una reserva para esta época que es la más dura: octubre, noviembre y diciembre.
(Fuente: El Potosí)