Siete precandidatos presidenciales republicanos se enfrentaron en el segundo debate sin Donald Trump
Escrito por Boris Bueno Camacho el 28 de septiembre de 2023
Nikki Haley, Vivek Ramaswamy, Ron DeSantis, Mike Pence, Tim Scott, Doug Burkum y Chris Christie se reencontraron en la Biblioteca Ronald Reagan en California
El primer debate de candidatos republicanos de la campaña presidencial estadounidense de 2024 se realizó en Milwaukee, Wisconsin, el 23 de agosto de 2023 (REUTERS/Brian Snyder)
Siete aspirantes a la candidatura presidencial republicana se enfrentaron en su segundo debate este miércoles para tratar de frenar el impulso del expresidente Donald Trump, tan confiado en su amplio triunfo en las primarias de su partido, que no compartió el escenario con ellos.
La primera pregunta del evento fue para Tim Scott. Quien se refirió a los trabajadores automotores en huelga.
“Obviamente, el presidente de Estados Unidos no puede despedir a nadie en el sector privado”, dijo, al tiempo que criticó la presencia del presidente Biden en el piquete organizado por los sindicatos.
El senador Tim Scott fue el primero en tomar la palabra durante el debate. (REUTERS/Mike Blake)
El siguiente en el turno de palabra fue Vivek Ramaswamy. Sobre el tema de la huelga del sector automotriz, aconsejó “a esos trabajadores, que hagan un piquete frente a la Casa Blanca en Washington DC, ahí es realmente donde debe realizarse la protesta”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis señaló a la Administración Biden por la huelga de trabajadores automotores: “Ellos pidieron, prestado, imprimieron, gastaron y ahora tú estás pagando más por todo”.
El tema de la inmigración fue abordado por Ramaswamy, quien propuso “enviar tropas a la frontera sur, quitar el apoyo económico a las ciudades santuario y poner fin a la ayuda exterior a México y Centroamérica para acabar con los incentivos para cruzar la frontera”.
Además pidió militarizar la frontera para evitar una crisis
Al ser cuestionado sobre el posible cierre del gobierno federal por no respetarse los acuerdos presupuestario del mes de mayo entre republicanos y demócratas, el precandidato Chris Christie aseguró que “los que están en Washington DC tienen que cumplir con su trabajo y llevan mucho tiempo sin hacerlo”. Además, culpó tanto a la administración Biden como al gobierno de Trump por incrementar el déficit nacional y, por consiguiente, la inflación.
También el ex gobernador de New Jersey cuestionó la ausencia de Donald Trump en el evento y lo acusó de “esconderse” en medio de la campaña republicana.
“Debería estar en esta sala para responder esas preguntas para las personas de las que habló y que están sufriendo”, dijo Christie, uno de los pocos críticos abiertos de Trump en el escenario.
Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence pidió que se aplique lapena de muerte de forma rápida a los autores de las masacres con armas de fuego.
“Yo soy alguien que cree que la justicia tardía es justicia denegada. … Como abuelo de tres hermosas niñas, estoy harto de los tiroteos masivos que ocurren en Estados Unidos”, dijo Pence desde su atril en el escenario de la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California.
“Una justicia demorada, es una justicia denegada”, señaló Pence
Trump en Michigan
“Saben, están perdiendo mucho tiempo con estos ridículos debates que nadie ve”, dijo Trump a sus seguidores. “El primero fue el debate con la calificación más baja de la historia”, añadió.
Este es un momento clave para la campaña republicana, faltando menos de cuatro meses para el inicio formal del proceso de elección del candidato con las asambleas partidarias de Iowa. Trump es el dominador absoluto, a pesar de sus puntos débiles, que incluyen cuatro acusaciones penales y la posibilidad de pasar décadas en prisión. A sus rivales se les agota el tiempo para acortar la distancia, de ahí la perspectiva de ataques más directos al ex presidente en lugar de la cautela demostrada en el primer debate.
Trump participó en un acto en Michigan, en medio de la huelga del sindicato automotor. Foto: EFE/archivo
“No es una nominación que te vaya a caer en el regazo. Tienes que ir y vencer a los otros candidatos y uno de ellos resulta ser Donald Trump”, dijo Kevin Madden, estratega republicano y veterano de las campañas presidenciales de Mitt Romney en 2008 y 2012. “En este debate, será interesante ver si la gente se da cuenta o no de que la arena está pasando por el reloj de arena muy rápidamente en estos momentos”.
La previa
Horas antes de que comenzara el debate, el primer grupo de simpatizantes en llegar ondeó banderas de Trump y colocó una pancarta en la que se leía “Trump, nuestra última esperanza para América y el mundo”, subrayando la continua influencia del expresidente en un encuentro al que ni siquiera va a asistir. Trump tampoco asistió al primer debate, celebrado el mes pasado en Milwaukee, en el que los participantes se enzarzaron entre sí y evitaron atacar al neoyorquino. Sin embargo, casi 13 millones de personas siguieron la transmisión en vivo.
Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora —designada por Trump— a las Naciones Unidas, ha atraído multitudes más grandes y mayor interés desde sus embestidas en el primer debate contra el empresario y político Vivek Ramaswamy.
El exvicepresidente Mike Pence, el senador Tim Scott de Carolina del Sur y Ramaswamy también buscó tener una noche estelar. Ramaswamy logró atraer los reflectores varias veces en Milwaukee, pero los otros aspirantes sacaron a la luz su falta de experiencia política.
Completaron el elenco el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burkum, y el ex gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que se jugó sus aspiraciones en los ataques a Trump.
El ex gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, que se clasificó para el primer debate, pero no para éste, anunció una conferencia de prensa en Michigan en la que atacará a Trump.
Antes del debate, muchos participantes se reunieron con los principales partidarios, donantes y periodistas para argumentar que están mejor posicionados de cara al futuro.
Reed Galen, cofundador del Proyecto Lincoln, una organización fundada por conservadores que se oponen a Trump, dijo que aunque sigue creyendo que el ex presidente será finalmente el candidato republicano en 2024, el debate del miércoles ofrece una oportunidad para que otros recuperen terreno. “Hay oportunidades en ciernes porque Trump lo está dando por hecho”, dijo Galen.
El lugar de la segunda cita es simbólico, dado que Reagan ha sido durante mucho tiempo un icono republicano, cuyas palabras y momentos clave aún hoy dan forma a la política del Partido Republicano. Pero además de pelearse con los responsables de la biblioteca Reagan, Trump ha remodelado el partido y se ha alejado de las posiciones políticas tradicionales del GOP, incluida una política exterior musculosa y la oposición a Moscú.
(Fuente: infobae con información de AP)