El 5% de la droga confiscada cada año en Europa procede de Bolivia

Ayer, el ministro de Gobierno informó que se detuvo al hombre que envió 440 kilos de droga a Polonia en agosto.

La reconfiguración del narcotráfico en Bolivia pone al país como “productor y exportador”, ya que, debido a la cantidad de incautaciones y confiscaciones en Europa, el país se ha convertido en el tercer proveedor de cocaína en el Viejo Continente.

El más reciente informe del Observatorio Europeo de Drogas de la Europol, determinó que el origen del 5% del total de la droga confiscada cada año en países de la Unión Europea es Bolivia, incluidos alijos de pasta base “exportados” para ser cristalizados. El promedio el año pasado fue 214 toneladas de cocaína, entonces aproximadamente 10 toneladas serían bolivianas.

El caso más reciente se registró en agosto, cuando se detectó e incautó en Polonia una cargamento de 440 kilos de droga equivalente a 43 millones de dólares. Estaba oculta en tablas de madera para suelo, que habían arribado al puerto de Gdynia en el país europeo.  El operativo fue resultado del intercambió información de Bolivia con, al menos, tres naciones de Europa y organismos de seguridad.

Ayer, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, presentó a uno de los vinculados con este envío. Se trata de Kevin Hernan B.M., boliviano que utilizaba una empresa asentada en Santa Cruz para el despacho de droga a países de Europa y Asia, por lo se compartirá información con los Estados destino para dar con los diferentes eslabones de la red delictiva.

“Había realizado 54 envíos desde 2018 a países como Uruguay, Argentina, Vietnam, China, Brasil, Bélgica, Francia, Australia, Polonia, Grecia, entre otros. Uno de los líderes de esta organización criminal ya ha sido aprehendido”, explicó la autoridad.

En el operativo en Polonia fue detenido un hombre de 46 años, residente de Mazowieckie, acusado de tráfico de drogas. El cargamento, que está valorado en $us 43 millones, no sería el único, reporta ABI.

Previamente, el país se remeció cuando se conoció que la policía aduanera de España incautó casi media tonelada de cocaína en una de las bodegas de carga de un vuelo que operó la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA), en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.

Sucedió en febrero, pero el detalle de esta incautación se hizo público a finales de mayo y destapó una red de encumbramiento que permitió que esa droga salga del país burlando todos los controles de rigor.

Al conocerse el caso, el ministro Del Castillo apuntó que el 11 de febrero, un vuelo de la empresa Wamos Air, alquilado por la estatal Boliviana de Aviación (BoA) “con su propia tripulación” de “nacionalidad española”, llegó al aeropuerto de Viru Viru y sería ese el que trasladó la droga. Durante la investigación, se aprehendieron a varias personas, principalmente trabajadores de las instituciones relacionadas con el vuelo.

En julio, Evo Morales aseguró que 17 toneladas de cocaína “producida en Bolivia” llegaron a mercados de Europa. La droga era incrustada en cargamentos legales de exportación.

Paralelamente, se difundió la investigación del Ministerio Público de Paraguay y la Policía Federal de Brasil para la operación Hinterland, ejecutada por Europol desde marzo de 2021. El origen fue el decomiso de 316 kilos de cocaína en Hamburgo, en diciembre de 2020.

“La investigación indicó que la droga producida en Bolivia era enviada a Brasil por un proveedor paraguayo, e ingresaba al país por Ponta Porã (Mato Grosso do Sul). Posteriormente, la cocaína era transportada en camiones a Rio Grande do Sul y Santa Catarina donde era almacenada en las propias empresas de la organización criminal o en depósitos cercanos a los puertos de Rio Grande e Itajaí”, indicaba el reporte de la Policía Federal sobre la operación citado por medios locales.

Por su parte, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, dijo a EFE la semana pasada que el narcotráfico utiliza a Bolivia como “puente para el tránsito de droga” y aunque admitió que “existe cultivo (de hojas de coca) y producción (de cocaína)” señaló que es simplemente “una pequeña producción” en comparación al trasiego de droga que llega desde Perú.

También aseguró que en Bolivia “no existen” carteles de narcotraficantes,ya que las organizaciones locales carecen de las “características” de esas estructuras, como la operación a gran escala o el control total de la producción y el territorio.

(Fuente: Red Uno)