El científico boliviano Noel Kempff Mercado fue baleado por narcotraficantes tras aterrizar en una pista supuestamente abandonada donde se encontró con la fábrica de cocaína más grande hasta entonces. 37 años después, el narcotráfico en Bolivia está peor, coinciden cinco expertos.
Desde el Gobierno aseguran que el narcotráfico se ha reducido en el territorio nacional. El viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, señaló que se redoblaron los operativos y se ha desplazado efectivos en la lucha contra las drogas. “Diríamos que se ha reducido porque antes era más peligroso”.
Al aterrizar, se encontró con una megafábrica de cocaína. Eso le costó la vida. Fue baleado sin piedad.
Menciona que casi todos los días se encuentran, ya no fábricas de pasta base en parques protegidos, sino laboratorios con capacidad de producir hasta 100 kilos diarios de droga de máxima pureza.
Lo que hay ahora, dice Valverde, es la relación coca y territorio fijo en Chapare, que se emparenta con el poder. Los cocaleros, algunos con juicios como es el caso de los primeros colaboradores de Evo Morales, como las hermanitas Terán. El narco no estaba por encima de los cocaleros, desde esa gestión”.
Valverde cree que con la presencia del ‘pez gordo’ uruguayo Marset hay un cambio cualitativo. Dice que Evo Morales “ya no es el presidente. Ahí dejó un hueco que no lo puede cubrir con sus propios cocaleros. ¿A qué vino Marset?, mi idea es que llegó a ocupar un lugar vacío para un tercero. Es decir, viene mandado para copar un espacio en la distribución de cocaína para Sudamérica y de ahí a Europa”.
Lanza dice que la salida de Morales generó “una desorganización en el negocio, porque hay una disputa entre el poder de Morales y de Chapare, que permite que se produzca y exporte más, mientras las captaciones son menores. Estamos peor porque el Gobierno ya no controla”.
Daniel Valverde, por su parte, aseguró que está más grave, “pero es un problema global. Pasa en todos los países. Penetra autoridades, policías. Huanchaca es un hito. Es una responsabilidad compartida. Estamos peor, sin duda, porque se hallan 400 kilos en Barajas, otro tanto en Polonia, en Alemania, y de manera muy consecutiva y esa droga viene precisamente de Bolivia”.
Advierte que con el caso Marset “pareciera que hay una avalancha del narcotráfico y la Policía tiene mucho que explicar. Mientras no se reforme, esto continuará”.
El exparlamentario Roger Cortez aseguró que “la situación empeoró en Bolivia, pero debo decir que es universal. Mi criterio es que viendo la magnitud del negocio que se maneja en canales financieros legales, apostar a una política de prohibicionismo, como la de la DEA, es un error. Para disminuir el campo de acción de los grupos delincuenciales se debe apostar por la legalización, pero debe ser una decisión de un conjunto de países”.
(Fuente: El Deber)