García Linera participó este miércoles de un conversatorio sobre el asunto con el embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

Ambos descalificaron la capacidad del candidato presidencial argentino, que el domingo sorprendió al ganar las elecciones primarias en Argentina, llamadas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sin embargo, también consideraron un riesgo para la proyección política del progresismo local.

García Linera comentó que hace dos años “Milei no pasaría de ser un desaliñado atorrante, excéntrico tertulio de la televisión”. Se benefició de la crisis económica, del gobierno moderado de Fernández y de las peleas internas entre el presidente y la vicepresidenta Cristina Fernández, dijo.

Pero en tiempos de crisis económica, “ese atorrante se convierte en un referente”, complementó el analista político.

Consideró que la crisis económica lo catapultó, cuya gestión fracasó en el gobierno de Mauricio Macri y que el progresismo de Fernández “no logró remontarla”. “Los dos fracasaron”.

Milei, un Frankenstein bebé

Basteiro coincidió con García Linera en que Milei supo “canalizar el voto-bronca, del malestar social, que sí existe, por situaciones ligadas a la economía”.

Comentó, no obstante, que Milei no es un “inocente panelista” de televisión; tuvo el apoyo de grandes empresarios. “De hecho, es consultor de esos mismos empresarios, algunos de ellos dueños de medios”, comentó.

Es “un Frankenstein bebé, porque es algo que se creó a partir” de ciertas circunstancias no necesariamente atribuibles a su capacidad política, dijo.

Dijo que casi el 50% de los votantes en Argentina son menores de 35 años y eso implica un elemento a considerar para el eventual repunte del peronismo y el kirchnerismo en las elecciones generales del 22 de octubre próximo.

Basteiro guarda esperanza en la reversión de los resultados a favor de Massa, actual ministro de Economía de Fernández. “Nuestra vicepresidenta Cristina Fernández planteó hace unas semanas que vamos a unas elecciones de ‘tres tercios’ y que se definía, por poca diferencia, en una segunda vuelta”.

Consideró reversible la situación en razón de la “campaña eslogan” de Milei, de “propuestas aberrantes, desde la venta de órganos hasta terminar con los derechos humanos que se fueron conquistando en Argentina”.

Es inadmisible creer que haya propuesto la dolarización de la economía o incendiar el Banco Central, cuestionó.

Consideró necesario un cambio de estrategia con miras a las elecciones generales definitivas.

Disputas internas

En criterio de García Linera, ese cambio de estrategia implica la reconducción de la economía, el control de la inflación y la promoción del empleo, que son factores electorales decisivos.

“Un gobierno progresista tiene que tener la fuerza y la voluntad para tomar medidas audaces”, sugirió.

Si el gobierno progresista no da solución a la crisis, “la gente va a virar a propuestas que ofrezcan, aunque de manera ilusoria, una salida rápida, y eso es Milei”, dijo.

García Linera incluso planteó la reversión de las disputas internas. “Una vicepresidenta que no se llevaba bien con el presidente, que hacían corto circuito y se decían las cosas públicamente, también provoca desafección de los militantes, porque no ve un norte claro”, cuestionó.

Desde Argentina se informó que Massa aún no encuentra vía libre para el arranque de la campaña final de Unión por la Patria, debido a las latentes peleas internas en el gobierno. Las elecciones definirán la continuidad del peronismo y el kirchnerismo, la recuperación del macrismo o la consolidación definitiva de Milei, que es el fenómeno electoral actual.

(Fuente: La Razón)