Libertad de prensa en Costa Rica: un modelo bajo ataque
Escrito por Boris Bueno Camacho el 1 de agosto de 2023
“La animadversión del jefe del Ejecutivo de Costa Rica, Rodrigo Chaves, hacia la prensa refleja su apuesta por la polarización”, dice a DW Artur Romeu, director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para América Latina, desde Rio de Janeiro. “Todo el que no esté a favor de Chaves está en contra de él”, parece ser la estrategia sectarista del presidente de Costa Rica.
Ataques como “estrategia sectarista”
Rodrigo Chaves, líder del Partido Progreso Social Democrático (PSD), de derechas, asumió la presidencia de Costa Rica el 8 de mayo de 2022 y su periodo se extenderá hasta el 2026, sin opción constitucional a la reelección.
Rodrigo Chaves y sus ataques contra la prensa y críticos de su administración están prendiendo las alarmas no solo en la prensa independiente, sino en las instituciones democráticas y la sociedad civil costarricenses, y en la comunidad internacional.
En agosto de 2021, medios como La Nación y The Wall Street Journal revelaron que Chaves había sido sancionado por “conductas sexuales impropias contra varias mujeres que trabajaban en el Banco Mundial”. Chaves se ha disculpado y aseguró que se trató de “diferencias culturales que para otras personas no serían ofensivas”.
Otros medios como DobleCheck de Radios UCR critican la “minimización” de los hechos por parte de Chaves y lo desmienten con verificaciones en mano y registro de “Ocho engaños de Rodrigo Chaves sobre su proceso por acoso sexual”, basadas en las resoluciones del Tribunal Administrativo del Banco Mundial, entre las que se aduce que su mala fama era tal que “había mujeres que temían quedar a solas con él”.
Si usted no ataca a mi enemigo, usted es mi nuevo enemigo
La negativa de un director de un medio a colaborar con el Gobierno en la desaparición de otro competidor, dan otra muestra del riesgo que corre la libertad de prensa en Costa Rica.
“El blanco es Leonel Baruch, director del diario digital CRHoy.com, acusado de presunto fraude fiscal por aparente influencia del presidente Chaves. Un caso infundado que solo presentaba como ‘evidencia’ un video de Tik Tok, como lo reconociera el mismo ministro de Hacienda, al que el descalabro le costó una moción de censura”, relata Madrigal. Agrega que, “según las declaraciones de la presidenta del PANI, la Casa Presidencial se interesó indebidamente en un proceso de custodia de los hijos de Leonel Baruch. Por lo que Baruch presentó una denuncia penal contra el presidente, Rodrigo Chaves, uno de sus asesores y contra su jefe de despacho”.
No dejarse cooptar significa persecución
¿Cuál es la razón de la persecución contra el presidente de CRHoy. com? La negativa de Leonel Baruch a la petición de la jefa de la fracción del oficialismo, Pilar Cisneros Gallo, de “apoyar los interes del Gobierno y desaparecer al diario La Nación”, reporta CRHoy el 20 de junio pasado.
Raúl Silensky, presidente del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión, recuerda otro caso “simbólico” de la “censura indirecta” del Gobierno de Costa Rica: el cierre del Parque Viva, un coliseo para conciertos de propiedad del Grupo La Nación, el más tradicional periódico costarricense, fundado en 1946. Al final, no se comprobó ninguna irregularidad y la Sala Constitucional ordenó su reapertura.
¿Por qué La Nación?
Este es el mismo periódico que le dió a conocer a los costarricenses los casos de acoso sexual tratados por el Tribunal Administrativo del Banco Mundial, a donde Rodrigo Chaves tiene vetado hasta el acceso a sus instalaciones, sin previo aviso.
Pero la caída de rango en la libertad de prensa de Costa Rica solo empieza con los ataques a La Nación. “El Gobierno viene concentrando la pauta en la agencia publicitaria Sinart, el Sistema Nacional de Radio y Telecomunicaciones, una agencia estatal, ahora convertida en una especie de agencia de comunicación del Presidente”, apunta el analista Madrigal Mena, quien, además, critica que “Rodrigo Chaves ha hecho de las ruedas de prensa de los miércoles no una de información sino de propaganda”, en la que a menudo solo permite preguntas ya preparadas por personas afines.
Las alarmas sobre el declive de la libertad de prensa en Costa Rica ya sobrepasaron las fronteras. El 24 de julio, 27 exjefes de Estado y de Gobierno de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA), entre ellos Óscar Arias, Premio Nobel de Paz 1987, expresaron su preocupación por el agravamiento de los ataques a la prensa, “columna vertebral de la democracia”.
Además de Nicaragua, Cuba y Venezuela, en la misma declaración aparece mencionado también México, en donde Andrés Manuel López Obrador “acusa al 95% de los medios de manipular a la población”; Colombia, en donde Gustavo Petro usa Twitter “con un lenguaje estigmatizador de periodistas y medios”, y Costa Rica, en donde Rodrigo Chaves Robles “tilda a periodistas de canallas, manipula el gasto publicitario, le cierra la fuente de ingresos a La Nación y usa el poder tributario para atacar a CRHoy.com”.
Ante tal situación, tanto el director de Reporteros Sin Fronteras, Artur Romeu, como Raúl Silensky, presidente del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión, y el periodista Luis Manuel Madrigal coinciden en algo fundamental: “las esperanzas de la prensa y los medios en Costa Rica están puestas en el Estado de derecho”. Un Estado de derecho que, hasta ahora, ha demostrado gran fortaleza.
(Fuente: DW)