Las aguas de los ríos de la amazonia boliviana están cada vez más turbias. La actividad minera está destruyendo los 11 afluentes de la cuenca amazónica por la contaminación que hay por el uso del mercurio y el movimiento de tierras. Solo en la parte boliviana del río Madre de Dios, que nace en Perú y pasa por Bolivia hasta desembocar en Brasil, hay 546 dragas que operan extrayendo oro. De esa cifra, el 50% lo hace de manera ilegal.
La cuenca del Amazonas comprende los departamentos de Pando, Beni, Cochabamba, La Paz, Chuquisaca y Santa Cruz. En esta cuenca se encuentran los ríos Madre de Dios, Orthon, Acre, Abuná, Madera, Beni, Mamoré, Itonamas, Blanco, Itenéz, Ichilo, pero también hay otros afluentes que alimentan con sus aguas a esta cuenca, como el Kaka en el norte de La Paz. Todos estos ríos están contaminados por la actividad minera. En unos hay más actividad que en otros.
La Gobernación de Pando informó al diario El Deber que en el río Madre de Dios -en la parte boliviana- existen 546 dragas que están operando a toda máquina para sacar oro. Entre el 1 y 15 de agosto de la pasada gestión, técnicos de la unidad de Gestión Ambiental de la Gobernación pandina realizaron un censo en ese afluente. El objetivo fue cuantificar la cantidad de barcazas que navegan en sus aguas. Según los resultados del estudio son 546 embarcaciones que operan en el afluente de las cuales al menos el 50% son ilegales o no tiene licencia de funcionamiento.
“Por primera vez se hizo un recorrido completo en el río Madre de Dios, iniciando desde el Chivé subiendo hasta la frontera con Perú y bajando hasta Riberalta. El resultado de ese censo es que 546 balsas (están trabajando) en el tramo Chivé-Riberalta, donde más del 50% de balsas no tienen licencia, muchas de ellas ni siquiera tienen permiso para navegar. Ese permiso es emitido por la Armada Boliviana”, informó el técnico de Gestión Ambiental de la Gobernación de Pando, Nicolás Arroyo.
La inspección que se hizo en el río Madre de Dios duró 15 días y en ese tiempo se realizó un control a todas las balsas que navegaban por el afluente. Todas las que se encontraron son dragas, que tienen la función de extraer material del fondo y de riberas de las zonas acuáticas. Estos equipos, para el caso de la minería aluvial, tienen la misión de extraer el material que contiene el oro. Estas dragas por lo general son de ciudadanos chinos, colombianos y peruanos que hicieron tratos con cooperativas bolivianas para que operen en sus cuadrículas.
Además, la Gobernación de Pando admitió que no cuenta con información exacta de estas embarcaciones, por ejemplo, cómo operan en la actividad minera o qué área del río deben ocupar. “El catastro minero indica dónde se puede trabajar, pero el problema de estas balsas es que trabajan en todo el río”, dijo Arroyo.
El 14 de julio se realizó un operativo en las comunidades de Candelaria y Miraflores en el río Madre de Dios. Se aprehendió a 57 personas acusadas de explotar oro de forma ilegal y las llevaron hasta La Paz. La justicia de este departamento estableció detención preventiva en la cárcel de Cobija para 19 personas.
Además, en el operativo el Gobierno destruyó 27 balsas que terminaron ardiendo en pleno río. Según mineros cooperativistas de Riberalta existen muchos otros lugares en el río Madre de Dios que operan con dragas las 24 horas en la explotación de oro.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó que la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (Ajam) realizó una inspección en el río Madre de Dios para verificar las operaciones de las embarcaciones en esa zona. Es por eso -dijo- que se destruyeron las 27 dragas. Sin embargo, ese control se hizo solo en una parte del Madre de Dios, ya que, según la Gobernación pandina, por lo menos 273 dragas están funcionando de manera irregular.
La autoridad recalcó que serán otras instancias, como los ministerios de Minería y de Medio Ambiente y Agua, las que realicen controles en el Madre de Dios y otros ríos amazónicos.
Alex Villca Limaco, portavoz de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap), denunció que las dragas chinas y colombianas se están trasladando desde el norte de La Paz para llegar a zonas benianas y pandinas con el fin de extraer oro.
“Gran parte de los operadores mineros en Bolivia, que es un 85%, son ilegales. Nada raro que a partir de ahora empiecen a desfilar más dragas chinas y colombianas aguas abajo del río Beni, lo cual es una amenaza a la vida de los pueblos indígenas y la naturaleza”, afirmó Villca.
Al respecto, la senadora Cecilia Requena, de filas de Comunidad Ciudadana (CC), lamentó que no existe control estatal a las embarcaciones con dragas instaladas que pasan por los ríos amazónicos. La legisladora llamó a sus colegas oficialistas a unir fuerzas para fiscalizar las acciones de las cooperativistas en la región amazónica del país.
(Fuente: Datápolis)