La Apdhb enfrenta su peor crisis luego que el grupo de Édgar Salazar, el dirigente paralelo, tomara por la fuerza el edificio a inicios de junio y desalojara a Amparo Carvajal, amparado por la Policía que desde entonces puso un fuerte contingente policial que impide el ingreso del grupo de Carvajal.
Según la explicación de Callisaya Aro, hay 13 oficinas de derechos humanos en el país que son subsidiarias de la nacional, seis de ellas apoyan a Carvajal y otras seis respaldan a Salazar, una de ellas no apoya a ninguno de los dos grupos, entonces, dijo que se hace necesaria una negociación de los dos grupos para darle certidumbre a la institución.
“Las personas no hacen a las instituciones, las personas pasan y las instituciones quedan, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos es una institución necesaria para la construcción y el fortalecimiento de la democracia boliviana”, deslizó Callisaya.
(Fuente: El Deber)