Tó, el pederasta enviado a Bolivia y por el que los jesuitas debieron pedir perdón
Written by Boris Bueno Camacho on 28 de mayo de 2023
En España, el sacerdote jesuita fue condenado a dos años de prisión menor, sanción que no fue cumplida. El sacerdote fue recibido por la Iglesia boliviana con pleno conocimiento de sus antecedentes.
En 1992, el jesuita español Luis Tó González dejó España para prestar servicio como misionero en Bolivia. Partió desde Barcelona en medio de una gran despedida de sus superiores y un grupo de feligreses que elogiaban su labor y valentía para ir a un nuevo destino, a sus 57 años de edad.
Lo que no se dijo en aquella despedida, aunque todos lo sabían, es que la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona, en su sentencia del 15 de octubre de 1992, había condenado a Tó por la comisión de “delitos contra la libertad sexual”. No se dijo que la víctima era una niña de ocho años de edad de uno de los colegios jesuitas más prestigiosos de Barcelona; que cuando Tó la atacó se preparaba para ser bautizada.
Ese año, en España, los jesuitas empezaron una investigación de casos de pederastia en todos los colegios que forman parte del ente dirigido por Masllorens. El caso de Tó era parte de la misma.
No fue solo una niña
En su colegio, el encargado de este tema era el director espiritual, el padre Tó González, quien se brindó a darle la formación. Apenas un mes después de iniciada la preparación, Sandra llegó a casa llorando.
“Si te lo cuento -le decía la niña a su madre-, te enfadarás mucho conmigo y no me querrás, porque es una cosa muy sucia. Al cabo de un rato, después de calmar a su hija y prometerle que no se lo contaría a nadie, la madre escuchó de la niña: el padre Tó me ha estado tocando”, relata el psicólogo español y periodista de investigación Pepe Rodríguez en su libro “La vida sexual del clero”.
El caso de Sandra es uno de los pocos que llegó a la justicia, pero eso no quiere decir que no haya más víctimas. Durante la investigación se logró identificar a dos exalumnas y víctimas de Tó.
“Finalmente, el testimonio de estas dos chicas no fue tenido en cuenta por el tribunal que juzgó a Tó, ya que los hechos delictivos que denunciaron ya habían prescrito por el paso del tiempo”, explica Rodríguez.
La condena de Tó comprendía “dos penas de un año de prisión menor y otros seis años y un día de inhabilitación especial para cargos u oficios relacionados con la educación o dirección de la juventud en centros escolares”. El jesuita partió sin cumplirla.
Bolivia, bienvenido sin reparos
El comunicado fue emitido en diciembre de 2018, un año después de la muerte de Tó y tras un reportaje de El País. El artículo reveló que el sacerdote fue trasladado a Bolivia luego de ser sentenciado por el abuso de una niña de ocho años.
El reportaje ponía al descubierto que además de Tó, fueron varios los sacerdotes que luego de ser denunciados en España eran enviados a Latinoamérica.
Tó llegó al país en 1992. Trabajó en al menos cuatro ciudades del país. El Alto fue su primer destino. Allí permaneció hasta 1997, cuando se fue a Perú para un tratamiento psiquiátrico.
A su retorno, en 1998, Tó se instaló en La Paz, siendo el Cemse una de las instituciones en las que trabajó por varios años. En 2009 se trasladó a Oruro, donde trabajó en el Instituto de Aprendizaje Industrial.
Su pasó por Oruro fue corto, pues apenas un año después se trasladó a Cochabamba, debido a los problemas cardiacos. Allí colaboró en Casa Esperanza.
Desde entonces la Compañía de Jesús sostiene que durante el tiempo que Tó estuvo en Bolivia tuvo supervisión constante y se dedicó sólo a labores administrativas, cortando todo contacto con menores de edad.
“No es cierto”, sostuvo el exjesuita Pedro Lima. Afirma que conoció a Tó y éste cumplía labores pastorales con niños. En diferentes entrevistas, Lima añadió que el jesuita era docente de los novicios, a quienes impartía la materia de ética y moral sexual.
La noche del martes 11 de abril de 2017, Tó falleció en Cochabamba, a los 82 años de edad. Murió tras cuatro meses de deterioro de su salud.
“Los jesuitas reconocemos que las decisiones asumidas no siempre pueden haber ayudado a un manejo atinado de la situación, pedimos perdón por todo daño”, finaliza el comunicado de los jesuitas en 2018.
Si conoce algún caso puede contactar con el equipo de Página Siete al WhatsApp 76795016 o al correo “p7.denuncia@gmail.com”. Se guardará completa reserva.
Una lista que crece
Vila • El jueves 25 de mayo, una nueva denuncia de pederastia contra un jesuita fue presentada ante el Ministerio Público. El denunciado es el jesuita Jorge Vila Despujol, fallecido en Barcelona en 2012.
Mestre • El sacerdote Alejandro Mestre fue denunciado ante los jesuitas por violación en 2021, pero no fue hasta hace un par de semanas que su caso llegó al Ministerio Público.
Peris • El sacerdote Francesc Peris aparece mencionado en las denuncias e investigaciones realizadas en el caso Pedrajas, como consta en la documentación presentada por la propia Compañía de Jesús.
Villamil • El religioso Carlos Villamil también forma parte de las denuncias en el caso del sacerdote Pedrajas.
Murillo • El sacerdote carmelita Milton Murillo fue aprehendido en Tarija, investigado por el abuso sexual a varios seminaristas.
Grech • El carmelita Garvin Grech fue imputado por encubrimiento de abuso sexual. El religioso huyó del país apenas se aprehendió a Murillo.
Pedrajas • El caso del “padre Pica”, ya difunto, es investigado para identificar si hubo más responsables de los abusos sexuales.
Roma • El padre Luis Roma abusó de al menos una veintena de niños y niñas de Charagua, el caso revelado en 2019 llegó a la justicia cuatro años después.
Otros • Aunque no hay denuncias formales, en la lista también están Luis Tó y Gausset. Entre los casos antiguos están el de Eduardo Revich, Juan Santana, José Mamani y el “padre Coco”, entre otros.
Las víctimas de Tó y Peris en España piden transparencia
Pese al tiempo transcurrido, el número de víctimas del sacerdote catalán Luis Tó continúa en aumento. De acuerdo con el periódico español El País, hasta ahora han salido a la luz ocho víctimas de Tó, seis mujeres y dos hombres. Los afectados afirman que son más.
Jordi De la Mata, una de las víctimas de pederastia en otro colegio Jesuita de Barcelona, contó a El País que cuando hizo público su caso, en 2019, abrió un correo electrónico para contactar a otras víctimas.
Sostuvo que por medio de ese correo recibió una veintena de denuncias sobre Luis Tó.
Asimismo, otra víctima que tomó contacto con El País indicó que se comunicó con 12 compañeros de su clase (en los ochenta), cinco afirmaron haber sufrido abusos por parte de Tó. Aseguró que en su caso los jesuitas no hicieron nada por ayudarla.
Pero el de Tó no es el único caso que movilizó a las víctimas en Barcelona. La semana pasada 234 exalumnos del colegio Jesuïtes de Casp de Barcelona firmaron una carta en la que exigen “más transparencia” en la investigación de estos casos. Denunciaron que “no se ha producido un posicionamiento firme y público de condena por parte de la institución”.
Los exalumnos demandaron la publicación de la información que tenían los jesuitas acerca de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Francesc Peris. El religioso estuvo en dicho colegio durante los años 70 y luego fue enviado a Bolivia.
Tras estar varios años en Bolivia, Peris retornó a Barcelona. Allí fue destinado al mismo colegio en el que las presuntas agresiones sexuales ocurrieron años antes.
Aunque, de acuerdo a la Compañía de Jesús, no hay una denuncia formal en su contra, el nombre de Peris fue mencionado en las declaraciones hechas por diferentes personas en el caso del jesuita Alfonso Pedrajas.
Mientras que en Bolivia hay al menos una víctima de abuso sexual por parte de Peris, en Barcelona se desconoce el número oficial de afectados.
(Fuente: Página Siete)